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Tipos de operaciones para cardiopatías congénitas
En función del tipo de cardiopatía congénita con la que una persona nace, esta puede representar un riesgo leve o encarnar un mayor peligro para la salud. En muchos casos, la anomalía puede corregirse con una única operación, pero en los casos más complejos su abordaje suele requerir más de una intervención.
En general, podemos hablar de dos tipos principales de operaciones para el tratamiento de las cardiopatías congénitas:
Cirugías a corazón cerrado
Son intervenciones que se realizan en los grandes vasos, los que entran o salen del corazón, o sobre el propio órgano. Esta cirugía se hace por fuera del corazón, sin necesidad de paralizarlo, y los cirujanos emplean herramientas especiales para acceder al músculo cardiaco a través de pequeños cortes en el pecho o el abdomen.
Cirugías a corazón abierto
Para estas operaciones se detiene el corazón y se coloca al paciente en circulación extracorpórea (CEC), un sistema que bombea la sangre fuera del cuerpo y la oxigena artificialmente. En este caso, la intervención, sí se hace en el interior del órgano.
No hay que confundir las operaciones cerradas y abiertas con las paliativas y correctoras. Las paliativas son intervenciones que persiguen un resultado temporal y necesitan de una segunda operación, mientras que las correctoras persiguen la curación total como resultado definitivo.
Operaciones paliativas
Las operaciones paliativas para cardiopatía congénita se pueden realizar en pacientes de cualquier edad, pero suelen ser más frecuentes en bebés, menores y adolescentes. Los tipo de intervención varía en función del defecto cardíaco específico que presente el paciente.
Algunas de las operaciones paliativas para cardiopatía congénita más habituales son:
- Cirugía de derivación: es un procedimiento que dirige el flujo sanguíneo alrededor del área del corazón, que no funciona bien.
- Implante: se coloca un dispositivo médico en el cuerpo del paciente para ayudar a mejorar la función cardíaca.
- Trasplante cardíaco: esta opción es la que reemplaza un corazón enfermo por el sano de un donante.
Este tipo de operaciones pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con cardiopatías congénitas, bien aliviando síntomas como la dificultad para respirar, la fatiga y la cianosis; o bien, mejorando la función cardíaca y, por tanto, la capacidad para realizar actividad física.
Operaciones correctoras
En algunos casos, las operaciones paliativas para cardiopatía congénita pueden llevarse a cabo como un paso preparatorio para una futura cirugía correctiva. Como su propio nombre indica, las operaciones correctoras se realizan para corregir el defecto congénito. El tipo de intervención dependerá de la anomalía cardiaca que presente el paciente.
Algunos de las cirugías correctoras más frecuentes son:
- Cierre de ductus arterioso: el ductus arterioso es un vaso sanguíneo que conecta la aorta con la arteria pulmonar en el feto. Este conducto debe cerrarse tras el nacimiento, pero si no lo hace provoca sobrecarga de los pulmones y fallos en el funcionamiento del corazón, por tanto, hay que corregirlo.
- Cierre de comunicación interauricular (CIA): la CIA es un orificio que se crea en la pared que separa las dos aurículas del corazón. Puede variar de tamaño y causar problemas cardíacos si cuando son demasiado grandes.
- Cirugía de cierre de comunicación interventricular (CIV): la CIV es cuando hay un agujero en la pared que separa las dos ventrículos del corazón. Su tamaño también varía y causa complicaciones cuando es muy grande.
- Cirugía de reparación de la tetralogía de Fallot: la tetralogía de Fallot es un defecto cardíaco complejo que afecta a cuatro estructuras cardíacas, por lo que su corrección es vital.
- Cirugía de reemplazo de válvula cardíaca: las válvulas cardíacas pueden dañarse o degenerarse con el tiempo. Si una válvula cardíaca está dañada, puede provocar problemas cardíacos, como la insuficiencia cardíaca o la fibrilación auricular.
Las operaciones correctoras para cardiopatías congénitas pueden ser procedimientos complejos. Sin embargo, los resultados de estas operaciones han mejorado significativamente en los últimos años. La mayoría de los menores que se someten a cirugía correctiva para cardiopatías congénitas tienen una buena calidad de vida y pueden llevar una vida normal.
Hay cirugías abiertas paliativas, como la operación de Norwood, y correctoras como el Jatene, y cirugías cerradas paliativas como la fístula sistémico pulmonar y correctoras como la aortoplastia en una coartación de aorta.
La edad, la gravedad de la cardiopatía congénita y la salud general son factores que el equipo médico tiene en cuenta a la hora de decidir qué tipo de operación es la mejor para el paciente. En las últimas décadas, los avances científicos y tecnológicos, así como las mejoras en las técnicas quirúrgicas, están permitiendo que los cirujanos cardíacos puedan realizar cirugías más complejas y delicadas con mayor precisión y seguridad. Esto está permitiendo que las tasas de supervivencia de personas con cardiopatías congénitas hayan mejorado significativamente.
Fuente foto de portada: Freepik
Sobre el Autor: Asociación Corazón y Vida
Corazón y Vida es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar las situación de las personas con cardiopatías congénitas.
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