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La importancia del diagnóstico de la cardiopatía congénita fetal
El diagnóstico de la cardiopatía congénita fetal es importante de cara al abordaje y tratamiento de esta anomalía cardiaca. Actualmente, es posible detectar una cardiopatía grave, a partir de la 14-16 semanas, algo que permite a los progenitores conocer qué tiene su bebé y tomar decisiones contando con la información adecuada.
Las cardiopatías congénitas representan el defecto congénito más frecuente en España, con una incidencia aproximada de 8 por cada 1.000 nacimientos. Surge durante el desarrollo embriológico y responden a un error en la formación de la estructura del corazón.
No existe una causa específica que explique qué es lo que «falla» en este proceso, aunque sí hay identificados algunos factores que pueden influir como causas genéticas, ciertas enfermedades durante el embarazo, el consumo de tóxicos o tomar determinados medicamentos.
La mayoría de las cardiopatías congénitas pueden ser detectadas antes del nacimiento o a las pocas horas del parto. Sin embargo, hay ocasiones en las que las personas nacen con una anomalía cardiaca, pero no manifiestan síntomas hasta que pasan unos meses o incluso años.
En función del tipo de cardiopatía congénita con la que se nazca, estas pueden representar un riesgo leve para la salud del menor o encarnar un mayor peligro, siendo necesaria una intervención quirúrgica durante las primeras semanas de vida.
En muchos casos, la anomalía puede corregirse con una única operación, pero en las cardiopatías congénitas más complejas pueden requerir más de una intervención. Estas patologías conllevan un mayor riesgo de mortalidad y de alteración del desarrollo neurológico y de la calidad de vida durante la infancia.
¿Por qué es clave el diagnóstico de las cardiopatías congénitas durante el embarazo?
No obstante, los avances tecnológicos de las últimas décadas permiten un alto porcentaje de diagnósticos durante el embarazo, sobre todo si se trata de malformaciones importantes, y en fases cada vez más precoces de la gestación. Detectar esta patología en esta etapa es importante de cara a su abordaje, dado que:
Ayuda a valorar si, además de la malformación cardiaca, existen otras anomalías que afecten a otros órganos o si el feto sufre algún síndrome genético. Tener esta información, antes de que nazca el bebé, permite al padre y la madre preparase para lo que viene, conocer el pronóstico de la cardiopatía, así como todos los detalles del proceso que seguirá su hijo o hija tras venir al mundo.
Contar con este diagnóstico también es crucial para controlar mejor el embarazo y programar el parto en un centro especializado, que cuente con todas las opciones terapéuticas disponibles para estabilizar al recién nacido y que llegue a la cirugía o cateterismo en las mejores condiciones.
En ocasiones pueden aparecer complicaciones que aconsejen algún tipo de medida como una cirugía fetal o anticipar el parto, por ejemplo.
Dada la importancia que tiene el diagnóstico fetal para el tratamiento de las cardiopatías congénitas, es fundamental que las embarazadas tengan controles mediante revisiones de salud, analíticas y ecografías programadas a lo largo de los nueve meses de gestación, dado que estos estudios ayudan a descubrir cualquier problema que pueda tener el bebé.
El diagnóstico precoz disminuye la incidencia de cardiopatías graves
El diagnóstico de una cardiopatía en el feto se realiza mediante ecografía. Cuando, en alguna de las ecografías realizadas durante el embarazo se observa alguna anomalía cardiaca, se deriva a la embarazada al equipo médico especializado en cardiología fetal.
Si se confirma el diagnóstico, este equipo, que suele estar compuesto de ginecólogos, cardiólogos pediátricos, neonatólogos y cirujanos cardiacos infantiles, ofrece a los progenitores la información relativa sobre el tipo de cardiopatía que tiene su hijo o hija, cuál es su pronóstico, qué opciones de tratamiento existen y, lo que es muy importante para las familias, una visión de cómo será el parto y las primeras semanas y meses de su vida.
Está demostrado que el diagnóstico prenatal ha disminuido la incidencia de cardiopatías graves, como el Corazón Izquierdo Hipoplásico o el Canal Aurículo Ventricular (CAV), asociado al Síndrome de Down. Detectar precozmente la cardiopatía, permite que la familia cuente con una información detallada de la patología, cómo afecta a la vida de su hijo y qué se puede hacer.
A esto se suma la mejora de los tratamientos, que permiten que la gran mayoría de las cardiopatías congénitas tengan una corrección completa, el corazón queda reparado y que deje secuelas limitantes para llevar una vida normal.
Por tanto, los avances en los tratamientos y técnicas de diagnóstico están permitiendo abordar, cada vez con más antelación, las cardiopatías congénitas. Disponer de información desde las primeras semanas de embarazo está permitiendo mejorar el tratamiento de esta patología desde el punto de vista clínico.
En la Asociación Corazón y Vida brindamos apoyo psicológico a personas con cardiopatías congénitas y sus familias con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Llevamos trabajando desde 1983 en la atención de personas con cardiopatías congénitas en Andalucía. Si necesitas información, asesoramiento o ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Fuentes de información para la elaboración del artículo:
- cardiopatiascongenitas.net
- Imagen de portada: foto de Imagen de Freepik
Sobre el Autor: Asociación Corazón y Vida
Corazón y Vida es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar las situación de las personas con cardiopatías congénitas.
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