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Canal auriculoventricular, ¿en qué consiste esta cardiopatía congénita?
El canal auriculoventricular es una cardiopatía congénita causada por una grieta en la pared que separa las cavidades derecha e izquierda del corazón. Esta comunicación afecta tanto a las aurículas (cavidades superiores) como a los ventrículos (cavidades inferiores).
Según los datos de la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas, la incidencia de esta afección cardiaca es de un 3-5%, aunque está constatado la fuerte vinculación que tiene con otras alteraciones genéticas como el Síndrome de Down. Los datos indican que 50% de los nacidos con este síndrome padecen este tipo de cardiopatía congénita, ya sea parcial o completa.
Pero, ¿qué ocurre en el músculo cardiaco para que una persona nazca con canal auriculoventricular? El corazón tiene cuatro cavidades: dos superiores (aurículas) y dos inferiores (ventrículos). Estas cavidades están conectadas a través de unas válvulas. Las cavidades de la derecha bombean sangre desde el organismo a los pulmones y las de la izquierda llevan la sangre de los pulmones de vuelta al cuerpo.
El tabique auriculoventricular es la pared que separa los dos lados del corazón, permitiendo que la sangre fluya en la dirección correcta. Cuando en este tabique hay un ‘hueco’, estos lados quedan comunicados y, por tanto, hay riesgo de que la sangre vaya de un lado a otro y se mezcle.
Consecuencias del canal auriculoventricular
Este agujero en el canal auriculoventricular permite que entre más sangre en los pulmones y que no fluya la suficiente hacia el resto del cuerpo o, que incluso, pueda invertirse el sentido del flujo de la sangre. Esta cantidad adicional de sangre obliga al corazón a hacer un mayor esfuerzo, lo que hace que el músculo cardíaco se agrande para poder suministrar al cuerpo la cantidad de sangre oxigenada que necesita.
Este sería el efecto directo que tiene el canal auriculoventricular, pero también puede provocar otros problemas en el funcionamiento del corazón y sus válvulas.
Canal auriculoventricular completo o parcial
Cuando una persona nace con canal auriculoventricular, lo que ocurre en su corazón es que en lugar de tener las dos válvulas que hay entre las dos aurículas y los dos ventrículos, solo tiene una. Los signos y síntomas que se manifiesten dependerán del tipo de defecto que tenga, es decir, si es completo o es parcial, que son las dos clases de canal auriculoventricular que pueden darse.
En el caso del defecto completo, existe un orificio en el centro del corazón en el lugar donde se unen las paredes entre las cavidades inferiores y superiores. Esto hace que se mezcle la sangre pobre en oxígeno con la rica, a través del agujero. En este caso, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre, provocando que este se agrande.
Dificultad para respirar, silbidos, fatiga, falta de apetito, piel pálida, cianosis o poco aumento de peso son algunos de los síntomas más frecuentes que sufren las personas que nacen con este tipo de cardiopatía congénita.
Por su parte, cuando el defecto es parcial, hay un agujero en la pared entre las cavidades superiores y cambios en las válvulas tricúspide y mitral. Estos cambios impiden que las válvulas cierren completamente por lo que la sangre puede circular en sentido contrario a través de la abertura irregular de la válvula.
Entre los síntomas más habituales en las personas que padecen esta cardiopatía congénita destacan arritmias, falta de aire, hipertensión pulmonar, insuficiencia cardiaca o problemas de las válvulas cardiacas.
Diagnóstico y tratamiento del canal auriculoventricular
Actualmente, el canal auriculoventricular puede detectarse durante el embarazo: un orificio en el tabique auriculoventricular grande puede ser visible incluso en una simple ecografía. Tras el nacimiento, en la exploración que se realiza al bebé, es fácil detectar señales indicativas con el estetoscopio, como silbidos o un siseos.
Aunque es menos frecuente, también puede no apreciarse señales cuando el orificio es muy pequeño y pasar varios años hasta que el canal auriculoventricular presente síntomas o un profesional sanitario detecte la cardiopatía congénita.
Tratamiento del canal auriculoventricular
El tratamiento de este tipo de cardiopatía congénita es quirúrgico. Los bebés que nacen con canal auriculoventricular suelen ser intervenidos cuando cumplen seis meses de vida. La operación consiste en el cierre de la comunicación o grieta intraventricular e interauricular mediante un parche. También se reconstruye la válvula auriculoventricular para crear una válvula en el lado derecho y otra en el izquierdo.
Cuando los menores de seis meses se encuentran muy sintomáticos, pueden ser sometidos a una intervención paliativa, denominada cerclaje pulmonar, para estrechar la arteria pulmonar y, de este modo, disminuir el exceso de flujo pulmonar.
En general, el tratamiento mejora mucho el pronóstico de aquellas personas que vienen al mundo con canal auriculoventricular, sin dejar de lado el seguimiento que deben seguir a lo largo de la vida.
En la Asociación Corazón y Vida brindamos ayuda a personas con cardiopatías congénitas y sus familias con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Llevamos trabajando desde 1983 en la atención de personas con cardiopatías congénitas en Andalucía. Si necesitas información, asesoramiento o ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Fuentes de información para la elaboración del artículo:
cardiopatiascongenitas.net
Cardiopatías Congénitas Hospital La Paz
Clínica Mayo
Hospital Vall d’Hebron
Portada: imagen de onlyyouqj en Freepik
Sobre el Autor: Asociación Corazón y Vida
Corazón y Vida es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar las situación de las personas con cardiopatías congénitas.
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