La tecnología 3D ha supuesto una revolución a la hora de diagnosticar malformaciones cardiovasculares en embriones y en fetos. En este sentido, Fernando Bonilla-Musoles, jefe de Departamento del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, afirma que “si se emplea una ecografía normal 2D se diagnostican entre el 30 y el 40 % de ellas –las cardiopatías-, pero si se emplea la nueva tecnología, el porcentaje sube hasta el 90-95%”.
Esto se debe a que APD-3D no sólo aporta una imagen con volumen de la zona, además es capaz de reproducir el movimiento cardíaco, de forma que, como explica el ginecólogo y secretario de la SEGO Luís T. Mercé, “se puede analizar toda la estructura volumétrica, la morfología y todo tipo de cortes en el corazón, como el corte de válvula”.